Querido Marcos:
Recuerdo cuando
dijiste que por lo menos una vez en la vida hay que cambiarle la vida a
alguien. Como Albert Einstein que decía que si pasas el resto de la vida de un
pez enseñándole a trepar a un árbol, se pasaría el resto de su vida pensando
que es un inútil.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCjZJhVUpAxvHOCWj0PltJ8TwZVixbnvLSeF4g9oTYWp_HhoNOqCcqnlWYyIqpMLx-qbweN31hjklsyzG8FRNbqk_WCh0PumvkZbtzEbK8a-zKz8Xt5Z951CXxRIWbzj42ZL_8gR20gtOu/s320/10417508_859753094039647_276219568171055570_n.jpg)
Y es que muchas de las
mejores cosas en la vida son aquellas que nadie ha descubierto antes. Como
aquel desierto que ahora todo el mundo llama Las Vegas, o como conectar a todo
el planeta a través de un hilo y llamarlo Internet. Y tranquilo, que no son las
veces que te caes, sino cómo te levantas, que merece la pena luchar por aquello
que te haga sentir vivo.
Porque no hay nada que
merezca tu alegría que se consiga sin esfuerzo. Prométeme que correrás bajo la
lluvia y demostrarás a todo el mundo de lo que eres capaz. Que yo ya sé que la
gente entra y sale de nuestras vidas casi tantas veces como aire respiramos.
Pero te tienes que quedar con quién te baje las estrellas y no con quién te
haga soñar con ellas.
¿Sabes cómo reconocer
a alguien especial? Por los abrazos. Porque cuando te dan uno de esos abrazos
que hacen que se detenga el tiempo y que suspires profundo deseando que ese
instante sea eterno. Cuando eso sucede, me doy cuenta de que todo es posible, y
ahí es cuando me acuerdo de ti.
Que tendemos a cometer
ese grave error de esperar a que ocurra algo tan caótico que le dé la vuelta a
la vida para dar el paso, para arriesgarse, para probar cosas nuevas, decir te
quiero, sentir, enamorarse, vivir...
¿Qué tal un así porque
sí? Porque me apetece, aquí, ahora y contigo. Que el miedo hay que mirarle de
frente y a los ojos. y así puedes dejarte llevar por ese puto motor que te late
en el pecho.
Toda pesadilla tiene
su despertar. Porque el valor es el resultado de un gran miedo, y tú has
llegado a mi vida como los superhéroes, dispuesto a quitármelo.
No me rindo porque sé
que te prometí que nunca lo haría. Solo quería decirte que tampoco sé cómo se
sale de Roma, pero si lo supiera, pasearía todos sus caminos contigo.
Loreto Sesma
No hay comentarios:
Publicar un comentario